La Escritura Invoca
2da entrega // Video Experimental - Mario Opazo
Dentro de un lugar inhóspito, han empezado a vislumbrarse formas muy difusas, como si tratasen de hablarnos silenciosamente. Quien haya guardado un recuerdo del primer momento en que vio destellos similares, puede darse a la tarea de buscar una delicada línea en la que se anunció su pacto con la existencia, cediéndole el privilegio de la condición del tiempo, a la edad de la piedra, la puerta, el espejo, el vacío. Aventurandose a través de un pasaje que lleva hacia estancias iluminadas por una luz muy tenue, como si se encontrase frente a una pregunta originaria, donde la forma se blandea y evoca un retorno a los sueños que la mecieron antes de partir a lo terrenal, a ese ser que deviene en el instante perpetrado por el alba y el crepúsculo, únicos e irrepetibles.
Hechos sustancia que transmuta, hemos sido designados a la historia para evidenciar esa fugaz energía llena de enigmáticas presencias. Acaso porque el ser ha permanecido más en el reflejo de su apariencia que en su propia corporeidad. En un lapso que no se sabe si en verdad es sueño materializado o materia soñada, así mismo porque la extensión de su efímero transcurrir se reconocerá en otros objetos cuya permanencia vacía supondrá una imagen de nuestro proceder.